A lo largo de la historia de la humanidad, el bien ha estado casi siempre alejado y enfrentado al mal, así como la bondad de la maldad, pero, en la actualidad, durante el primer tercio del siglo XXI, se ha impuesto la confusión, por parta de los estados y las organizaciones criminales globales (Global criminal organizations, GCD), con las que conforman un contubernio de poder, con el apoyo de la incidencia de las nuevas tecnologías de la comunicación, en torno a internet, con las que se ha impuesto el individualismo (el sujeto en sí mismo) y la diferencia social en la incipiente sociedad red, con la conformación de identidades personales y colectivas esporádicas y cambiantes, establecidas fundamentalmente por medio de las redes sociales, que de forma creciente se ha consolidado como el principal medio de intercomunicación humana, pasando a un segundo plano las relaciones presenciales; al mismo tiempo que lo hace por igual el comercio, la información pública…. y las búsquedas documentales, entre otras actividades que se desarrollan en la vida diaria.
Dentro de este mundo de confusión, y frente al principialismo bioético norteamericano, ideado por Beauchamp y Childress (1979) y el personalismo elaborado por Schotsmans (1999) Fernández-Carrión propone la teoría bioética-social, con identidad propia (ajena al principialismo y al personalismo bioético), fundamentada en una revisión crítica de los planteamientos previos propuestos pos diferentes bioticistas latinoamericanos, principalmente de 1979 hasta la actualidad, simplificando en cinco pasos la evolución de la bioética en América Latina, seguida de un posicionamiento unificador de síntesis de las anteriores propuestas señaladas y se ultima, tras un análisis comparativo con los planteamientos sociales de la teoría principialista por parte de Schramm y Kottow y León Correa y con la creación de la teoría bioética-social propiamente dicha de Fernández-Carrión, este último planteamiento es el resultado de la elaboración de una teoría bioética con un marcado propósito social, como se evidencia en el texto de Fernández-Carrión titulado «Teoría de bioética-social».
A partir de esta orientación teórica se crea la Revista Bioética-social, que pretende ser un centro de debate sobre este tipo bioético de impacto internacional.
Miguel-Héctor Fernández-Carrión